Este postre de crumble de albaricoque con helado de mango es de mis favoritos últimamente, y es que el formato crumble es super fácil y siempre queda muy bien; si tenéis visita es ideal para una tarde con amigos en casa, y sobre todo es muy práctico para hacerlo con cualquier fruta que lleve ya tiempo en la nevera y no sepamos qué hacer con ella; contra más madura esté más rico sabrá nuestro crumble.
Yo preparo una base de masa quebrada vegana pero se puede hacer sin la base; personalmente me gusta más porque queda con más forma de tarta y con los bordes bien crujientes. Hay que dejarla reposar 30 minutos en la nevera antes de utilizarla, así que tenlo en cuenta a la hora de realizar la receta.
Es muy importante dejar la fruta «a remojo» con el licor y el sirope, para que suelte bien el azúcar y se impregne de los sabores y olores que luego se mezclaran con la masa del crumble; así la fruta se cocinará mejor en el horno y quedará más jugoso, ya que sino puede quedarnos más seco.
Yo tenía ya preparado en el congelador helado de mango y plátano, así que le iba que ni pintado, decidí añadirlo sobre la tarta aún caliente y estaba espectacular, os recomiendo que preparéis helado, aunque sea básico de plátano congelado y triturado para ponerlo sobre el crumble porque la mezcla queda el doble de rica.
Para el helado, os subiré la receta dentro de poco, pero con cualquier helado de fruta natural estará riquísimo, yo lo acompañé de helado de mango y plátano todo congelado y triturado, es muy sencillo y sanisimo.
- Para la masa quebrada vegana
- 1 pizca de sal
- ½ vaso de agua
- 70 gr de margarina de soja
- 250 gr de Harina de trigo
- Para el Crumble
- 150 gr de margarina de soja
- 1 taza de harina
- 1 taza de azúcar moreno
- 1 cucharadita de canela en polvo
- ½ taza de pasas
- 6 u 8 albaricoques maduros y troceados
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de esencia de azahar
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 chorrito de ron miel
- 1 cucharada de sirope de arce
- Helado para acompañar
- Para la masa quebrada
- Ponemos la harina en un bol, y vamos añadiendo poco a poco la mantequilla, hasta que quede completamente distribuida en la harina, y añadimos la sal.
- Añadimos poco a poco el agua y vamos amasando, hasta que quede una bola lisa y brillante.
- La dejamos reposar en la nevera durante al menos 30 minutos.
- Para el Crumble
- Preparamos la fruta primero, así la dejamos macerar más tiempo con las esencias y el licor y conseguiremos más sabor.
- Lavamos la fruta, en este caso los albaricoques y los partimos en trozos.
- Añadimos las esencias de vainilla y azahar, el ron miel, el zumo de limón y el sirope de arce y removemos para que toda la fruta se impregne bien y reservamos.
- Preparamos en un bol, la harina, y vamos añadiendo la mantequilla poco a poco hasta que está totalmente mezclada, siempre con las manos.
- Añadimos el azúcar moreno, la canela y las pasas, removemos bien con las manos y reservamos.
- Pasada la media hora en la nevera, sacamos la masa quebrada y la estiramos con la forma deseada para formar la base de nuestro crumble.
- Untamos el molde con margarina de soja, y extendemos la masa, la acomodamos en el molde y pinchamos la base con un tenedor para hacerle chimeneas y que no se formen burbujas al hornear y se rompa.
- La metemos en el horno previamente precalentado a 180º durante 5 minutos, ésto es muy importante, ya que si no hacemos este paso, al haber fruta no se nos cocinará la masa y nos quedará cruda en la base; así que 5 minutos es suficiente para cocerla y que no quede muy dura después.
- Cuando la masa ya está un poco dorada, la sacamos del horno y añadimos la fruta y la distribuimos por toda la base del pastel.
- Seguidamente añadimos por encima las "migas" que teníamos preparadas con las pasas y cubrimos por completo la fruta.
- Metemos en el horno y la dejamos a 180º durante 25 minutos y listo nuestro delicioso crumble.
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